Decoración e interiorismo

Cómo transformar tu baño en el de un hotel de lujo: todo lo que debes copiar de los aseos de cinco estrellas

Cinco sencillos cambios en los que no habías pensado y que, sin embargo, pueden elevar enormemente el aspecto de tu cuarto de baño
Baño de hotel
Dan Martensen

Cómo transformar tu baño en el de un hotel

Lo confieso, me encantan los hoteles. La sensación de descubrir por primera vez la habitación que me acogerá durante los días siguientes, el planchado perfecto de las sábanas, las vistas a la ciudad o paraje donde se ubica y el tamaño (generalmente, extragrande) de sus camas son algunos de los detalles que me atrapan. Pero si hay algo que despierta en mí verdadera fascinación es el baño: de la iluminación a los amenities, pasando por sus amplias duchas o la pulcritud de sus toallas.

A raíz de esa atracción he procurado fichar todos los elementos aplicables al aseo de una casa. Es cierto que tener una bañera en medio de la habitación o utilizar productos de Loewe para la ducha no está al alcance de todo el mundo, pero hay detalles muy sencillos de adaptar que pueden dar un cambio radical. Estas son las claves para transformar tu baño (y que se parezca al máximo al de un hotel).

Las toallas (siempre) blancas

No importa el carácter del hotel. De los boutique con estética minimalista a los que llevan siglos como referentes del lujo, todos tienen en común su apuesta por las toallas blancas. Un detalle muy sencillo de trasladar al hogar, que no solo unifica el aspecto del aseo cuando están apiladas o colgadas, sino que transmiten esa sensación de limpieza tan ansiada en un espacio de uso diario. Además, facilitan la colada, ya que si solo tenemos toallas blancas, podremos lavarlas todas juntas y siempre podremos recurrir a productos específicos –del oxígeno activo a la lejía– para eliminar manchas difíciles sin sacrificar el acabado.

El lavabo siempre debe estar despejado

Si la encimera es la encargada de aportar una sensación de limpieza al conjunto de la cocina –tal y como adelantaba la Ordenatriz en sus trucos para tener la estancia ordenada– el lavabo cumple la misma función en el cuarto de baño. Si algo llama la atención en los hoteles son sus lavamanos XXL, siempre despejados y relucientes. Y, aunque no siempre tenemos espacio para una gran pileta, retirar todos los productos de la superficie ampliará visualmente el espacio.

Como truco, si eres de las que tienen los productos de uso diario al alcance para evitar abrir cajones, puedes poner un par de baldas junto al lavabo para almacenar los cosméticos que más utilices. De este modo, la zona estará despejada y no tendrás que renunciar a tener tus esenciales al alcance.

La elección de los productos (y sus envases) del baño importa

Reconozco que soy de esas personas que valora enormemente los pequeños detalles y, al llegar a un hotel, presto especial atención a los amenities que ofrece. Desde la marca por la que han apostado hasta los productos que incluyen –hay alojamientos que ofrecen hasta cosméticos faciales o minitallas de perfume–. Y, aunque no todo el mundo puede permitirse un jabón de manos de Loewe o el gel de cuerpo de Dyptique, sí considero importante elegir productos cuya textura y fragancia que eleve las rutinas del día a día.

Por otro lado, tener todos los envases del mismo color ayudará a crear un espacio más limpio. Para esto no hace falta optar por una sola marca. Internet está plagado de envases de todas las formas y estilos diseñados para verter los diferentes líquidos en su interior y conseguir así eliminar el ruido visual. Además, esta fórmula permite comprar a granel y hacer así un consumo más económico y sostenible.

La iluminación es clave

A la hora de crear un espacio que evoque esa sensación de spa que transmiten los baños de los hoteles, la iluminación juega un papel fundamental. Lo idóneo es apostar por una luz cálida e, idealmente, evitar los focos o aparatos más invasivos. Por el contrario, podemos optar por apliques en la pared –que añadan, además, un toque decorativo–. Para cubrir la necesidad de una iluminación directa –que solemos utilizar, sobre todo, para maquillarnos– podemos incorporar un segundo foco de luz blanca sobre el espejo del lavabo.

Apuesta por una fragancia fresca que esconda los malos olores

El objetivo es que cada vez que entres en tu baño vivas una experiencia sensorial. Y, en esa intención, deleitar al olfato es crucial. Por ello, siempre es aconsejable tener algún tipo de ambientador que desprenda perfume de forma constante, como un difusor o unas barritas perfumadas. Esto no solo conseguirá una fragancia agradable sino que ayudará a esconder los malos olores propios de este habitáculo. Otro truco es humedecer un algodón con unas gotas de aceite esencial y posarlo en el fondo de la papelera del baño y, en caso de tener cortinas, pulverizarlas con un ambientador en spray para que la fragancia dure más.